lunes, mayo 22, 2006

No soy un parásito

El inocente pajarito en mi jardín

Este inocente pajarito se creyó hijo de gorriones. Todo fue sencillo, rompió el cascaron y allí estaban su hermano gorrión, su mamá gorrión, su papa gorrión, qué podía ser él sino un...ajá, un gorrión.

Así serían entonces las cosas, sus padres lo alimentarían, lo cuidarían, le enseñarían a volar y de vez en cuando pasearían todos en familia por mi humilde jardin.

La familia en pleno: mamá, papá, el protagonista de este post y su hermano.

El tiempo inmutable pasaría viéndolo crecer, más grande que el hermano, que mamá, que papá...un momento, acá hay algo raro. No, definitivamente eso no es un gorrión. Pero quién le dice que no lo es, quién le dice que tal vez es un tordo o que se yo otro tipo de ave parásita, sí porque así se les llama a las aves que ponen sus huevos en el nido de otras para que las críen. Parásito, eso es en esencia. Eso le diría todo el mundo(mi mamá diría: conchudo!).

Lo curioso es que un pájaro no se puede ver en un espejo, y aunque pudiese no "comprendería" lo que ve. En cambio a papá, a mamá, no parece preocuparles que sea más grande, de otro color, que cante estruendosamente para pedir su alimento, es su hijo....y eso es lo único que importa.

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