jueves, julio 31, 2008

Sobre Magico y Misterioso Carlitos y otros asuntos


Han pasado 4 meses desde el último post, y más de tres años acuestas para este blog. Recuerdo que cuando descubrí el mundo de los blogs tenía en claro que quería poner cosas en la red, cosas mías, escribir sobre asuntos que me interesaban, sin tener ninguna obligación de por medio, que me leyera el que cayera acá, mi minuto de fama a mi manera si se quiere, de allí que siempre me complació no Tener que escribir, eso me dio libertad.

Creo que siempre tuve algo de egocéntrico, por el asunto de releer mis post por puro entretenimiento. Recuerdo también que tenía la consigna de que me importaba poco que otros me tomasen muy en cuenta, digamos que perdería un poco la magia, me ocupaba más por hacer post dedicados cuando tenía tiempo y mis manos deseaban deslizarse por el teclado o cuando andaba corriendo un par de ideas guardadas por alli demasiado tiempo. Hacer ciertas ediciones en Photoshop para cada post, editar ciertas cosas de la plantilla sin perder simplicidad, colocar ciertos artilugios y links de forma sutil, eran cosas que me divertían más que leer comentarios, hablar de otros blogs o colocar algún contador. En ese punto descubrí el placer de escribir sobre otras cosas, cosas que podrían ser más personales, quisás menos interesantes como para ponerlas en este blog.

Así creé otros blogs alternos a los que dediqué mayor tiempo y que me han valido más entretenimiento por lo mismo que sacian un poco mi sed de escribir sobre cosas intrascendentes mías.

Debo señalar que esto es poco congruente quizás con la idea de un blog. Me refiero a que uno publica cosas para que otros lo lean (por lo menos esa es una idea muy general que resume cualquier discusión inútil sobre el concepto, de las cuales siempre rehuyo pero siempre caigo). Ahora si no hay esa intención, es válido? Bueno, digamos que si hay la intención, porque sino se podrían guardar tantos archivos de tanta escritura inútil en algún CD o memoria externa no sé, para releerlo en cualquier momento (comentario al margen de que de una u otra forma quedan relegados al más cruel olvido con o sin guerra electrónica que borre la capacidad de acceder a tanto conocimiento virtualizado).

Quiero redondear la idea puesto que ya he hablado del tema o cosas parecidas ("Comunidad blogger?"). Sí, existe la intención per sé dentro de la idea de blog, pero es una intención medio en onda indie, osea si me escuchan me importa un bledo, por lo menos de mi parte así prefiero entenderlo. Sin embargo es algo que se sobrentiende si estas exponiendo tus ideas abiertamente. Yo lo tomo como lanzar una botella al mar, con el detalle adicional de que puedes tener una respuesta, aunque esta no te saque de la isla. No sé si la analogía es clara, pero me gusta.

Me he complacido, cómo no, con ciertos comentarios, que me hacen sentir que no estoy solo en el universo así como me he divertido y atendido sin mucho interés algunas críticas o sorprendiendome con otra vuelta de tuerca sobre un asunto, debido creo en parte a que este es mi blog y no de otros, no sé. Me gusta coincidir en cosas con otros, visitar otros blogs de vez en cuando, comentar tal vez, pero aún así soy el niño autista de la comunidad de blogs, me gusta más mi burbuja y mis detallitos dentro de esta.

Entonces vuelvo a lo mismo, y escribo cosas más mías en mis otros blogs. Quizás este sea mi blog más comercial, o más pop por así decirlo.

Recuerdo que intentaba hacer siempre algo diferente, innovar o morir fue la consigna inconciente. A veces me hallaba escribiendo un post que me sabía mucho a un post cualquiera y menos mío, porque no hablaba de cosas mías o cosas que sentía que eran mías, entonces no publicaba nada. Curioso, cuando comencé a leer blogs odiaba los post excesivamente largos, los demasiados personales hasta el punto de pecar de indiscretos, los egocéntricos. Quizás tengo un poco de eso ahora mirando en retrospectiva.

Ahora leo poco blogs, más por tiempo que por otra cosa, pero aún rehuyo de los blogs demasiado barrocos en su forma, de los que publican para que les paguen la publicidad, de los blogs-foros, blogs-tipo-revista-o-periódico. Prefiero los personales, sin ser copy-page, quisás de los de tipo lanzo-mensaje-de-botella-a-ver-si-lo-lees.

(No, este blog no ha muerto, estaba de parranda)

lunes, marzo 24, 2008

Manos


Siempre he creido que las manos trasmiten una increible gama de sensaciones no sólo tactiles sino visuales. Para el primer sentido uno puede descubrir, o intuir si se quiere, ciertos razgos de otra persona al realizar un acto tan sencillo como es el saludar dando la mano. Así, cosas descritas en Psiquiatría yo ya había comprobado a lo largo de mi vida.

Bueno, es así que se puede encontrar un esbozo bastante aproximado de cómo son ciertas personas. Una persona que me dé la mano de forma firme y segura sin exagerar en ademanes, apretando lo justo, puedo tener certeza de que es un tipo espontáneo, seguro de sí, sincero, amigable.

Un tipo que tan solo me muestre su mano y al tomarla se sienta débil sin apretar mucho o que tan sólo me roce la palma me habla de una persona tímida, insegura, cobarde, con poca determinación, quisás mentirosa.

Por otro lado un tipo que te tome de la mano apretando demasiado y tal vez tratando de abarcar toda tu mano es un tipo inevitablemente hipócrita, egocéntrico, presumido, rencoroso.

Claro que este panorama es tan sólo la base de una variedad de términos intermedios que hace más fino este arte de escudriñar sutilmente a los demás, por lo tanto debo remarcar que como siempre he creido, no se puede catalogar a las personas entre polos opuestos puesto que no existe ser que encaje exactamente en estos, todos estamos entre "los intermedios". Por eso mismo el acercarse bastante a determinar cómo es una persona, requerirá (siempre hablando de una deducción inicial) entrenamiento y observación a pequeños detalles, como una sonrisa, cierta forma de mirar, etc. Y esto toma muchos años, como he comprobado.

Pero bueno, yo me estaba refiriendo a cosas sencillas como decubrir si alguien es sincero o no al acercarte a uno, pero es más como un juego que una ruta de datos que sumados te den tal o cual imágen de alguien. Como repito, las personas no estan estrictamente dentro de un tipo constitucional psicológico. Los humanos son como los copos de nieve, cada uno es único.

Es por eso que prefiero no prejuzgar a las personas o cuando por error lo hago y digo por ejemplo "este parece ser un pedante", luego agrego riendo para mis adentros "seguramente ha de ser buena gente".
Ahora bien, esta capacidad de "intuir personalidades" es mucho más fácil para con hombres que con mujeres puesto que a ellas en nuestro medio se las saluda por costumbre con un beso en la mejilla. Aunque debo agregar que es a través de este pequeño acto que tambien se las puede escudriñar, por la intensidad en que besan, si lo hacen débilmente, si lo hacen en la mejilla o muy arriba o muy abajo,etc. Claro que acá rigen patrones totalmente distintos que los que se toman para con las manos sin embargo sí es posible dibujar igualmente un esbozo muy aproximado.

Pero volviendo a las manos, personalmente en las mujeres me fijo mucho en ellas, esto sin desmerecer la totalidad de su ser y de los encantos que toda mujer tiene. En realidad una mujer puede ser muy bella si tan sólo tiene manos hermosas.

Estas manos ideales de mujer no tendrán las uñas largas y estarán sin pintar. Sus rasgos han de ser finos sin embargo creo que tienen que tener algo de dureza en sus movimientos, y me refiero a que tienen que tener algo de salvaje sin llegar a ser groseras (estoy leyendo esto y temo que quisás sólo Dios me entienda), también tendrán que ser suaves al tacto y bueno, tienen que ponerte nervioso cundo te tocan.

Aunque creo que el encanto de las manos de una mujer estriban en sus movimientos, es algo similar a contemplar un gorrión en el jardín: uno queda maravillado en su mágica capacidad de andar de aquí para allá, de revolotear impulsado por algún misterioso hechizo primaveral y sin embargo uno desearía tenerlo entre sus manos, aunque entre estas inevitablemente se transgreda su belleza.

domingo, febrero 24, 2008

Comiendo de tu mano


Yo creo que existen personas que tienen una necesidad inconciente de hacer que los otros “coman de su mano”. Me refiero a que no es algo adrede, calculado, con alevosía y ventaja. Me refiero a que como a cualquier ser humano les gusta ser halagados, ser atendidos. Quién nunca se ha dejado seducir por retener a alguien que siempre nos sigue, que siempre nos busca, que siempre nos adula.

Tengo la teoría de que actualmente estamos en una sociedad en la que la mayoría de gente sólo quiere ser escuchada, a la que poco le importa escuchar, de allí que en las conversaciones la gente se muestra más a gusto si hablan de sí mismos, de lo que le agrada o desagrada, de lo que hace o quisiera hacer. Supongo que tener un blog es en parte una manifestación de ese lado oscuro de cada uno. Pocas son las personas que les interesa saber de otros realmente, quiero decir que atienda cada cosa que la otra persona está dispuesta a contar sin anteponer a eso algo como “a mi también, el otro día me pasó esto y aquello” y al final terminan hablando de sí mismos, siempre es así.

No reniego del hecho de compartir experiencias, me refiero al hecho de que en realidad no suele haber eso, osea compartir, sino que la mayoría de personas solo quiere girar en torno a sus experiencias. Pero como digo es algo inconciente.

Ahora bien, esta necesidad de ser tener la atención de otro - llamémoslo sujeto arrastrado - suele darse en el contexto de “arrastrador” que le toma poca atención o que suele maltratarlo constantemente. El hecho curioso ocurre cuando el sujeto arrastrado deja de ser arrastrado, es decir deja de buscar, perseguir, acosar, etc a sujeto arrastrador.

Entonces sujeto arrastrador siente como que le falta algo, busca mentalmente, nota una carencia, se da cuenta de que le gustaba que sujeto arrastrado sea arrastrado, o mejor dicho le gustaba tener un sujeto arrastrado, a veces no importa si sujeto arrastrado sea determinada persona, simplemente se había acostumbrado a tener a alguien pendiente, acechando, es cierto, nadie valora lo que tiene hasta que lo pierde.

Lo que ocurre luego es que posiblemente sujeto arrastrador se percate de la otra persona, le tome interés (el verdadero interés del que hablo, osea sin un Yo de por medio) o simplemente busque otro arrastrado. Todo esto lo atribuyo a una situación inconciente, es decir no hay deseo de dañar a otro, sino que podríamos decir que el ego de arrastrador se hace tan grande que termina aplastando al arrastrado.

He conocido alguna vez alguna chica que estaba pendientes de mi, que me buscaba, que me halagaba, y a la que no tomaba en realidad mucha atención, así como también he buscado y halagado a una chica que no me daba mucha bola.

Quizás como corolario puedo sacar que no es que existan ciertas personas que actúen de esa manera como afirmo al comienzo, tal vez todos lo hacemos o lo hemos hecho con alguien cuando nuestro ego se ha desbordado, cuando hemos pensado primero y segundo en nosotros y hemos dejado que ante nuestros ojos el incansable y maltratado sujeto arrastrado sea eso, un arrastrado, aquél sujeto digno de aplauso por la labor mal pagada, aquél que siempre estaba dispuesto, aquél que siempre dijo sí, mientras nosotros le clavábamos la más cruel de las indiferencias hasta el punto de que al final la situación incluso llegó a revertirse y nos dimos cuenta de que detrás siempre hubo alguien que nunca valoramos como se debió y que ya no estará cuando, volteando, notemos quizás que siempre nos hizo falta.

sábado, febrero 16, 2008

Desistir?

Lo que yo quisiera saber es cómo uno se desenamora. Si, bien, es una situación irresoluble, ese tipo de cosas para las cuales la gente responde con frases trilladas y estereotipos del tipo es natural, todos han pasado por eso, y un detestable largo etc.

No, no es ese tipo de cosas de las que quiero hablar. Lo que realmente quiero saber es cuándo uno puede decir no, esto no me está funcionando, no me hace caso. Me refiero a desistir. Pero desistir con la cabeza en alto y sin estar tan torturado.

Situación 1: chico invita a chica algo de comer, chica acepta inicialmente, las otras veces aduce amablemente que no quiere hacerle gastar a chico. Las otras veces se vuelven muchas.

Situación 2:
chico halaga a chica, pregunta cómo esta, muestra preocupación por su salud. Chica no da mayores señas de importarle. Igual chico pregunta de vez en cuando por ella, porque realmente esta preocupado, sobretodo con respecto a su salud, que no se ponga mal.

Situación 3: chico se deprime de vez en cuando, por no decir frecuentemente, muestra involuntariamente cara de depresión. Chica pregunta por él, por su estado qué le pasa. Chico se sentirá mejor en los días siguientes y sin embargo no entenderá porque muestra interés en él en cosas pequeñas cuando él está dando la mayor parte del tiempo, no señales de humo sino creando incendios para que chica se fije en él.

Situación 4: chico le pregunta a chica si quiere que la acompañe a comer, porque chico sabe que chica no le gusta comer sola. Chica niega amablemente a chico. Chico se pregunta si lo habrá botado de taquito o simplemente tenía planes para los cuales chico quedaba estorbando.

Situación 5: chico y chica salen al cine con un grupo de amigos, chica se sienta al lado de chico. Chico no quiere preguntarse porqué. A chico le gusta ver películas y olvidarse del resto del mundo en el cine. Chica comenta película, porque a chica le gusta hablar hasta por los codos. A chico le gusta eso.

Situación 6: chica confía en chico, le da a guardar cosas de valor, le cuenta cosas, le manifiesta que le agrada. Chico se siente halagado, se siente especial, pero entiende que probablemente ella es así con todas las personas que considera amigos. Amigos y nada más.

Situación 7: chica manifiesta en diversas oportunidades su ideal de chico. Chico ideal debe ser un chancón (léase inteligente para el vulgo), debe ser pilas (léase que le guste bailar, conversar mucho, ser full adrenalina), que no sea celoso, que sea de su religión. Chico no encaja en este esquema, es más, chico manifiesta ectoscópicamente ser casi lo contrario.

Situación 8:
chica le manifiesta a chico que le atrae un chico que no conoce. Chico siente poco menos que una lanza atravesando su pecho.

Situación 9: a chico le gusta chica, la mira, la escucha, recuerda su aroma, muestra interés en ella. A chico le gusta pasar tiempo con ella. Chica andaba más frecuentemente con chico, últimamente le da igual aparentemente, chico piensa que se cansa ella de él.

Situación 10: chico ha pensado seriamente en decirle a quemarropa todo lo que siente, para finiquitar el asunto, saber directamente si realmente chica quiere con chico o le importa un rábano su existencia. Chico no quiere sacrificar su relación futura, prefiere estar angustiado, pensando en ella, pero encontrándosela sin ningún problema a encontrársela cada vez en una situación incómoda post me-le-declaré-y-me-rechazó-y-ahora-qué-nos-decimos.

Situación 11: chico entiende que está enamorado de chica, pero se da cuenta que chica no da señales de interés mas allá del puramente amical. Chico razona que 1 no se pueden forzar las relaciones y 2 hay que tener dignidad, que está harto de ser siempre un arrastrado, que le duele ser olímpicamente ignorado, tenido como ente secundario.

Situación 12: chico se da cuenta también que es muy facil razonar una secuencia: no-me-da-bola entonces la-olvido-porque-sino-me-hago-daño sin embargo el razonar nunca es válido en el amor. Chico entiende que no va ser tarea fácil desistir…aunque salga muy lastimado.

Situación 13: chico no quiere desistir, no puede.

Conclusión:
Chico ha dado muestras de querer acercarse a chica. Chica no da muestras de nada. Chico confundido. Chico desea sacársela de la cabeza. Chico sabe que no va a ser posible.

sábado, febrero 09, 2008

Buscando un miserable basurero


Hoy recibo el boleto de la combi, pequeño, rectangular, indefenso. Lo mantengo como siempre entre mi pulgar y mi dedo índice mientras escucho a Jack Johnson en mis audífonos (1), pienso, miro la calle pasar, pienso otra vez y el boleto se dobla en dos, se dobla en tres, es desdoblado, enrollado en horitontal, enrollado en vertical. Llego al paradero, el boleto no encuentra su basurero público. Es una historia conocida que termine en un bolsillo de mi mochila o en el de mi pantalón.

Luego apunto cosas pasajeras en un papel que dice “Evolución médica” son sólo tres o cuatro palabras para una hoja expectante de una historia más larga que contar. Después es el reverso de una hoja pequeña de análisis serológicos. Sí, la mala costumbre de que las circunstancias lo tomen a uno desprevenido justo cuanto no lleva su libreta de apuntes (2). Al final del día los papeles lo terminan cargando el dichoso bolsillo de la mochila, a veces suelo encontrar también algún retazo entre los bolsillos de mi mandil. Lamentablemente uno los descubre cuando sale fuera de un lugar ordenado como un hospital donde sí hay en cada esquina un basurero decente.

En la calle un paquete de galletas de chocolate (3) es mi víctima, la devoro sádicamente sin lástima, una a una. Me doy cuenta luego que soy infinitamente y momentáneamente feliz hasta que descubro que camino y camino a mi casa y no hay tacho de basura.

Sí, como digo es una historia conocida, la frecuencia de tachos públicos de basura en buen estado (osea de esos que no estén repletos, extravasándose de desperdicios y demás, o que no sean de los que uno arroje su papelito y salga por arte de magia por un huequito en la base de dicho tacho) es desproporcional al número de cuadras que uno tiene que caminar en promedio en esta triste ciudad si quiere deshacerse realmente del papelito.

No soy ecologista extremo, no suelo reciclar pero me gusta el orden, es más una manía, las cosas deben tener su lugar, hasta la basura, así me siento mejor. Tampoco soy de los que arrojan si nadie te ve (siempre me “veo” yo) o porque la calle ya tiene papeles tirados y uno más no le hace diferencia. No puedo, simplemente no puedo. Y esto no tiene nada que ver con urbanidad, con cuidar el ambiente, con ser un modelo de persona. Esos títulos no me interesan, es más porque soy maniaco del orden.

Entonces soy de ese manantial de gente que llega a su hogar, dulce hogar, para vaciar las toneladas de papelitos, de envolturas, de boletos, de retazos de hojas, y así arrojarlos al decente basurero de hay en su casa, porque a uno lo programaron para no arrojar el insignificante papelito en cualquier calle o en cualquier piso, porque uno no puede hacerlo simplemente, porque uno se pregunta cómo lo hace la demás gente, y carga y carga, y es un buscador de basureros, un cazador de basureros frustrado.

En cierta forma el cazador convertido en presa.

(1) He descubierto que hay conductores de combi atorrante que le ponen exagerado refuerzo a los bajos cuando se ponen a escuchar ese ruido que llaman música en su cacharro. Bueno, debido a esta bendita falla anómala en el mundo es posible escuchar tranquilo lo que llevas en el reproductor de mp3, puesto que lo que se encuentra en el ambiente retumba y chilla tanto que suena a estática y le permite a uno oír lo que realmente quiere oír. Recuérdese que el oído humano no oye tampoco a determinadas frecuencias altas. Amen claro de que uno se vuelve sordo a posteriori, pero ese es otro asunto.
(2) Tengo que quitarme esa manía de escribir en la mano cuando estoy muy apresurado, (costumbre que se me pegó de una amiga) sobretodo porque cuando uno suda….
(3) Creo que ya mencioné alguna vez que las galletas de chocolate, me hacen sentir un poco más feliz, me levantan el ánimo cuando me deprimo. Como con los Beatles creo.

domingo, enero 27, 2008

Mágico y misterioso Daltonismo


Cuando era niño dibujaba todo el tiempo y mis padres siempre me procuraron papeles para tal fin. Recuerdo que mi papá traía documentos de su trabajo que ya no servían, y yo dibujaba en el reverso. Algo para lo que siempre fui flojo fue para colorear, me gustaba dibujar en blanco y negro y dejarlo así. Pero luego venía alguien y me decía Por qué no lo coloreas? Entonces tomaba algún color y me ponía a colorear no muy emocionado. El resultado era poco satisfactorio porque terminaba coloreando los troncos de los árboles de verde o las hojas de marrón.

Nunca le di importancia a ese pequeño detalle que en cierta manera era indefinible para mí. Me refiero a que aducía dicho “problema” (porque para mi no lo era) a no haber aprendido a identificar con precisíon los colores cuando niño, era como cuando me colocaban una liguita en mi muñeca derecha para identificar que era derecha. Creo que el asunto es que siempre me han parecido innecesario aprenderme cosas que tal vez el tiempo a la fuerza hará que aprendas (tablas de multiplicar, números telefónicos, etc), pero claro redundando en esta idea precisamente estas cosas uno las razona de grande no de infante.

Bueno, no era un problema para mí, pero ciertamente era una dificultad para hacerme entender entre el resto de mortales. “Sí, es un bus gris..”, “Gris? Pero si es verde” “Bueno, un verde plomiso o un plomo verdoso medio azulado…” y luego las risas de tamaña estupidez.

Ahora se que mis sospechas eran ciertas. Tengo cierto grado de Daltonismo, ceguera para ciertas tonalidades entre el verde y rojo. No es oficial, es decir no he ido a un Oftalmólogo para que me haga el test, para que me coloque el diagnóstico definitivo. No importa, yo distingo claramente los colores del semáforo (en realidad yo nunca necesito los semáforos porque en Lima nadie los respeta, yo cruzo la calle cuando la fila de carros se detiene completamente, es es todo), sé distinguir el tipo de secresiones que aparecen en una herida operatoria, etc.

Mi vida no ha cambiado en realidad, sigo siendo el mismo tipo de siempre.

Miento.

En realidad, me siento un poco especial, supongo que es la sensación de que no veo el mundo de la misma manera que la gente común. Eso me tranquiliza.